Los pueblos que integran PROMANCHA son pueblos que miran al futuro pero que se sienten muy orgullosos de sus tradiciones y costumbres. Por ello, se esfuerzan en conservarlas, mantenerlas, potenciarlas y promocionarlas.
Molinos, bombos, aperos de labranza, fiestas, gastronomía… son señas de identidad de estos municipios que componen la Ruta de las Tradiciones, una ruta integrada por elementos que han sido testigos excepcionales de la Historia de estos pueblos y de sus raíces, y que hoy forman parte de su patrimonio histórico, cultural y etnográfico.
Empezaremos nuestro camino por Herencia, con sus Molinos y norias situados en el Paraje de la Sierra de la Horca. En los cerros de esta sierra se levantan cuatro poderosos molinos, ‘Maritormes’, ‘La Dueña Dolorida’, ‘La Duquesa’ y ‘Teresa Panza’, que fueron restaurados en 2003. Además, el visitante también podrá degustar el rico queso herenciano, que refleja otra de las tradiciones de este municipio con una importante industria quesera y, si el viaje coincide con Carnavales, aquí se vive uno de los más famosos de la región.
En Alcázar de San Juan nos encontramos el Paraje de los Molinos, con cuatro molinos restaurados que coronan el Cerro de San Antonio, que está situado en el camino de Tomelloso. Contemplar un atardecer manchego desde esta posición privilegiada es algo que no se puede dejar pasar. El queso y las tortas de Alcázar de San Juan son otras tradiciones que endulzarán la visita a los turistas.
En Tomelloso, los Bombos y el Museo del Carro, situado en la Carretera de Pedro Muñoz, hablan de un pasado vinculado a la agricultura. Los bombos son construcciones populares o especies de chozas, de piedra sobre piedra, de planta circular y forma abovedada, que servían como refugio para agricultores y animales. El más grande puede verse en el interior del Museo del Carro, que también alberga una interesante colección de carruajes, de aperos de labranza y de objetos tradicionales en la vida rural del siglo pasado.
En Socuéllamos también encontramos los Bombos. Existe representación de esta construcción típica manchega en las inmediaciones del Polígono Industrial Los Llanos. Además, Socuéllamos es la Patria del Vino y si se visita el municipio en septiembre, se podrá disfrutar de la Feria del Vino, un evento que ensalza la tradición vinícola del municipio y promociona sus vinos.
En las inmediaciones de Pedro Muñoz se levantan numerosos “bombos” salpicando con su presencia los campos de viñedo. Son curiosas casas de labor, de reducido tamaño, que los agricultores construían empleando únicamente piedras y su habilidad. Los “bombos”, de una simpleza envidiable, mantienen un inevitable halo de misterio porque su origen, todavía hoy, continua siendo desconocido. Si se visita el municipio a finales de abril o principios de mayo, se podrá compartir la tradición de los Mayos, la fiesta regionalista más antigua de Castilla-La Mancha.
En Campo de Criptana nos encontramos con los molinos. El tipo de molino criptanense es el denominado ‘de torre’. En él resulta característico el modo de construcción, a base de piedra y cal blanqueada, con remate de cubierta de forma cónica, con armazón de madera. La planta es circular, con un grueso muro que soporta un techo giratorio para orientarse cara al viento.
Los Molinos el Sardinero, Infante y Burleta son los más antiguos remontándose su origen al siglo XVI. Están declarados monumentos de interés histórico-artístico, mientras que el resto son de origen posterior y se dedican a diversos fines: oficina de turismo y museos, etc. Las cuevas y el barrio del Albaicín son otros rincones con encanto que recuerdan cómo vivían los criptanenses en otro tiempo.
Y si hay algo indisolublemente unido a la tradición, es la gastronomía. En todos estos pueblos, el visitante podrá saborear platos típicos como la caldereta de cordero, las gachas o el pisto manchego, pero además podrá degustar platos y dulces específicos de cada municipio como la ‘coña’ herenciana; la ‘bizcochá’ alcazareña; las ‘atascaburras’ pedroteñas; o el ‘ajopringue’ socuellamino, por ejemplo.